Life on Mars

Hace poco terminé de ver esta fantástica serie que descubrí gracias a la recomendación de Hernán Casciari en su blog Espoiler. Y no engañaba, me ha gustado bastante, es entretenida, original y me enganchó inmediatamente.

El argumento es bastante curioso. Sam Tyler, el prota, es un policía de Manchester que un día, mientras investigaba un caso, es atropellado por un coche, y cuando se despierta está en 1973. No sabe si está soñando, se ha vuelto loco o si ha viajado realmente en el tiempo. Sea como sea, tiene que seguir adelante con su vida, resolviendo crímenes presentes (¿o pasados?) y futuros (¿o presentes?) y descubrir qué demonios está pasando realmente. Todo ello sorteando los problemas que no son pocos, pues ya no dispone de la alta tecnología que tenía en el siglo XXI, y los métodos policiales de aquel entonces, digamos que no eran tan sofisticados como los de ahora. Otro problema es su nuevo equipo, especialmente su jefe, Gene Hunt, corrupto, machista, bebedor y con malas pulgas, con quien tiene que enfrentarse día sí y día también (grandioso personaje por cierto, para mi recuerdo quedará siempre como Gene Genie, tal como él se llama a sí mismo a veces).

La serie tiene 16 episodios divididos en dos temporadas de 8, y tiene un final cerrado, que mi cerebro aún no ha terminado de procesar del todo. Yo diría que deja la puerta abierta a varias conclusiones distintas, pero no diré nada, es mejor verlo uno mismo porque merece la pena. A pesar de esto la serie tiene una secuela llamada Ashes to Ashes, que se emite actualmente en la BBC y miedo me da verla, para empezar porque Life on Mars es autoconcluyente y no sé qué bien puede hacerle una segunda parte, y para seguir porque la crítica que hizo Casciari sobre el piloto no anima nada. Aunque por otra parte sería genial volver a ver a Gene Genie dando guantazos. Me lo pensaré.

Se está realizando un remake americano, tal como nos tienen ya acostumbrados, pero lo que sí me hace temblar es el remake español que se está perpetrando. ¡¡¡¡¡Horror!!!!! Ya me imagino a Imanol Arias de policía durante la Transición, en una especie de Cuéntame policíaco. Puaj.